Bomberos Chicos Buenos....

viernes, junio 01, 2007

Academia Nacional: 19 años llevando el "saber para servir" a todos los bomberos del país

Diecinueve años han transcurrido desde que el 1 de junio de 1988, la Junta Nacional de Bomberos de Chile creara la Academia Nacional, para a través de este organismo entregar una formación integral a los bomberos del país.

A partir de ese día la Academia Nacional de Bomberos de Chile ha realizado grandes esfuerzos por llevar el "Saber para Servir" hasta las más alejadas unidades bomberiles del país, con el propósito de que los voluntarios reciban, no sólo conocimientos técnicos, sino también una formación integral, que desarrolle en ellos actitudes y valores, potenciando su altruismo, disciplina y lealtad.

Al celebrarse hoy un año más de vida desde su fundación, Raúl Morales Matus, Rector y Juan Francisco Sánchez Rodríguez, Director de la Academia Nacional de Bomberos de Chile, “saludan fraternal y afectuosamente a todos y cada uno de los coordinadores académicos, instructores, alumnos y personal rentado de las sedes regionales, con motivo de esta conmemoración".

Asimismo Raúl Morales y Juan Francisco Sánchez hacen extensivos sus agradecimientos “al importante aporte de los Cuerpos de Bomberos de Chile en la gestión académica durante este período. Estamos seguros que la actitud y el sentimiento profesional de todos los voluntarios prevalecerá por siempre para engrandecer los procesos de capacitación de los bomberos y bomberas que al final se traducirán, como siempre, en nuestro aporte social y un importante beneficio a la comunidad”.


Por su parte, el Presidente Nacional de Bomberos de Chile, Miguel Reyes, hizo llegar al rector de la Academia Nacional, un saludo en nombre del Directorio Nacional, de los Cuerpos de Bomberos que representa esta Junta Nacional y en el suyo propio, entregando sinceras congratulaciones al cumplirse tan significativa ocasión.

“Reciba, estimado señor rector, este mensaje de congratulaciones y mucho agradeceremos se sirva tener a bien hacerlo llegar de parte del pleno de nuestra institución también a la dirección de la ANB, las sedes regionales, los coordinadores, instructores y al personal rentado que se desempeña en cada una de ellas y en las oficinas centrales, reconociendo la labor desarrollada en estos años y alentando el constante progreso de ella para la formación de las y los bomberos voluntarios del país, de manera que ellas y ellos se constituyan en los verdaderos profesionales de la emergencia que exige el cuidado de las comunidades en el Chile de hoy, como primera respuesta ante todo tipo de emergencias”, señala la misiva del Presidente Nacional.


Un sueño hecho realidad


El 15 de agosto de 1987, la Asamblea Nacional se realizó en un lugar especial en un predio con una construcción central de estilo arquitectónico tradicional del campo chileno, emplazado en un terreno de 128 mil metros cuadrados, el actual campus de la ANB.En esa Asamblea se conoció la ponencia de un Profesor de Historia que había gentilmente accedido a exponer sobre lo que significaba una Academia Nacional de Bomberos.Se trataba del profesor Óscar González Cavada.

En esa oportunidad, la Asamblea acordó la adquisición de ese bien raíz, para destinarlo al Campus Central de la Academia Nacional, con lo que además se formalizaba el inicio de las actividades de la Academia.

Un mes más tarde, conocido el programa para sentar las bases del funcionamiento de la Academia, el Directorio de la Junta Nacional lo aprobó por unanimidad y estipuló la contratación del autor de dicho programa como Director de la Academia Nacional, Óscar González.




De esta forma el 1 de junio de 1988, se realizó en el Campus de la Academia la solemne inauguración. En esa oportunidad el Presidente de la Junta Nacional, Octavio Hinzpeter, quien en ese momento cumplía uno de sus más anhelados sueños para el progreso de los Bomberos del país, destacó:

"El orgullo con que contemplamos nuestro pasado no nos transforma en una organización estática que sólo vive de pasadas glorias o de añoranzas nostálgicas. Muy por el contrario, ese pasado tan honroso es el estímulo que nos urge a perfeccionarnos, a estar siempre al más alto nivel tecnológico, en resumen, a ser siempre mejores para así ser dignos continuadores de ese ayer que admiramos".